La transformación digital que estamos viviendo nos impacta como sociedad y redefine nuestras costumbres así como la forma de comunicarnos y relacionarnos. En particular, impacta el comportamiento del consumidor y sus experiencias de compra, las cadenas de valor, los espacios de trabajo (co-working, teletrabajo), las ventas y el mercadeo,  que ahora se realizan a través de plataformas digitales donde las fronteras geográficas no existen.

El e-commerce como canal de ventas viene creciendo de manera acelerada en Latinoamérica durante los últimos años. Según datos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, el valor aproximado de las transacciones realizadas en Colombia durante el 2016 fue de 26.700 millones de dólares y para el 2019 se espera que su crecimiento anual sea de más del 15%. Adicionalmente, dada su posición geográfica, el hecho de ser el tercer destino más amigable para hacer negocios en la región y ser el primer país en América Latina en proteger a los inversionistas, hacen de Colombia un país con uno de los mejores pronósticos para el comercio digital en la región, tal como lo demuestra la elección de Amazon para crear su primer centro de servicios al cliente en Suramérica.

A pesar de estas ventajas, se han identificado algunos factores inhibidores a la penetración en el mercado digital, tales como la dificultad de ciertas poblaciones para adaptarse a la compra digital, el acceso limitado a internet, la no bancarización y la desconfianza a pagar en línea, entre otros.

La economía digital trae muchas oportunidades para las empresas, especialmente a las Mipymes y los emprendimientos, dada la disminución de los costos de creación y mantenimiento de éstas. Otra de las ventajas es la eliminación de las fronteras geográficas, los intermediarios y los horarios de atención. La transformación digital también conlleva la ampliación del mercado potencial y la diversificación de las posibilidades de marketing y publicidad, así como la innovación en los modelos de negocio, y la presentación y comercialización de productos.

Una de las mayores ventajas de las nuevas herramientas digitales es que podemos medir el impacto de las acciones de marketing y comunicación, identificar el comportamiento del consumidor y crear perfiles de hábitos de consumo y patrones de compra individualizados. Todo esto es posible gracias al Big Data que permite la recolección y análisis de datos en tiempo real. Sin embargo, actualmente podemos analizar únicamente el 0.5% de los datos que generamos dado su volumen y velocidad con la que se generan.

Klauss Schwab, fundador del Foro Económico Mundial, define la Revolución 4.0 como “la fusión de los mundos físico, digital y biológico que está impactando todas las disciplinas, sectores e industrias, e incluso cuestionando el significado del ser humano”.

 

La Revolución 4.0 trae consigo tecnologías de aprendizaje de máquina e inteligencia artificial que nos permiten analizar los datos y los comportamientos de las personas. Por otro lado, el internet de las cosas y  la analítica de los comportamientos de los consumidores nos van a permitir generar un nuevo tipo de mercadeo, haciendo recomendaciones personalizadas en tiempo real a los usuarios dados sus gustos, posición geográfica, edad, entre otros. Adicionalmente será posible hacer recomendaciones teniendo en cuenta los intereses de su círculo de amigos, su pareja, su trabajo, etc.

Sin embargo, estos cambios en nuestro día a día traen grandes riesgos de seguridad digital ya que nos vuelven susceptibles a ataques cibernéticos, interceptación de nuestras comunicaciones, robos a través de objetos conectados a internet, entre otros.

Con el objetivo de apropiar estas nuevas tecnologías y generar nuevas soluciones que respondan a las dinámicas del mercado y necesidades propias de la economía digital, nace la iniciativa de generar una alianza con expertos investigadores en líneas como Analítica de Datos, Seguridad Digital e Inteligencia Artificial. Fue así como nació la alianza entre Tempo Group y el Hub de Innovación y Transferencia del Departamento de Matemáticas Aplicadas y Ciencias de la Computación (MACC) de la Universidad del Rosario, dirigido por la Doctora Valérie Gauthier. Dada la novedad y la velocidad a la que avanzan las tecnologías propias de la cuarta revolución industrial, es fundamental la alianza entre el sector real y la academia para permitir la interacción entre los investigadores que están moviendo la frontera del conocimiento y las empresas que apropian estos desarrollos. Idealmente, la vinculación del Estado, en alianzas de tipo triple hélice, impulsaría significativamente esta transferencia de tecnología y conocimiento.

Es fundamental para Colombia que en esta cuarta revolución industrial juguemos un rol de creadores y líderes regionales y no seamos, como en las revoluciones industriales anteriores, simplemente observadores y consumidores.

 

Martha Umaña Salinas                                Valeríe Gauthier

Presidente                                                     Directora Departamento de Matemáticas

Tempo Group                                                Aplicadas y Ciencias de la Computación (MACC)

Inteligencia de Mercados                             Universidad el Rosario