La tendencia en los últimos tiempos ha sido a cuantificar antes de entender, nos dejamos deslumbrar por los números, y de alguna manera todo lo queremos reducir a un número, dejando de lado los aspectos cualitativos que acompañan a los números. Lo que se pierde de vista en este afán  por contar los fenómenos, es que cuantificando dejamos de entender la historia que está detrás de los  codiciados números. Y es que existe un porqué y cómo para todas las cosas, que puede explicar el cuánto. Dejar de tener este conocimiento es como tener una foto partida a la mitad, existe gran cantidad de información que nos estamos perdiendo, y lo más importante, es que esa información es lo que nos permite entender los números.

En función de esta realidad, muchos investigadores experimentados recomiendan que para comprender un fenómeno o situación de interés, se realicen los dos tipos de investigación combinadas, la cualitativa y la cuantitativa. Por lo general, se estila realizar una investigación cualitativa al inicio de forma exploratoria, que te permite tener una imagen del panorama de la situación y derivar elementos a ser cuantificados luego. Pero también se puede realizar una investigación cualitativa cuando ha ocurrido un cambio en el desempeño del servicio o producto, o para monitorear las opiniones y percepciones de las personas. En la investigación no hay recetas para comprender la realidad, un buen investigador hace mano de cualquier herramienta que le permita tener una comprensión holística de la situación.

Ahora bien, resulta a este punto importante saber diferenciar la investigación cuantitativa y cualitativa, la primera hace mención a la habilidad de atribuir datos cuantificables a variables, por medio de un proceso de recolección de información, usando técnicas como las encuestas; por otro lado, en la investigación cualitativa se hacen registros narrativos de los fenómenos de estudio, usando técnicas como la observación participante, los grupos focales y las entrevistas en profundidad. La investigación cualitativa por tanto, trata de entender a profundidad las realidades, su contexto y dinámica; mientras que la cuantitativa, mide la fuerza de la generalización de ciertas variables, sus asociaciones y correlaciones, tomando en cuenta  la importancia de la selección muestral que determina la validez, confiabilidad y proyección de las cifras, para finalmente hacer la inferencia sobre una población.

Otros distintivos de la investigación cualitativa es que es inductiva, es decir, intenta establecer leyes o líneas de comprensión generales a partir de casos particulares, el investigador debe ser alguien entrenado, que mantenga una posición neutral ante las opiniones de las personas, una perspectiva holística y guíe las preguntas de forma natural y poco directiva. De esta manera se podrá tener un buen resultado final, logrando el objeto de la investigación cualitativa, que es entender a las personas dentro de un marco de referencia.

Referencia Bibliográfica

Pérez Serrano, G (2002). Investigación Cualitativa: Retos e Interrogantes. Madrid: La Muralla S.A.